CAPITULO 7-
¿ Estás preparado, Miguel?
-¡La duda ofende, tronco! Y por favor, deja de llamarme por mi nombre de pilas… siempre me han llamado por el apodo, y la verdad es que oírlo de nuevo lo haría todo mas fácil…
-Pues dímelo, y así será.
-Spidi… llámame Spidi…
Mientras Hades, se encargaba de Spidi, Hipnos, esperaba en la puerta principal del Hospital, con un coche, y vestido todo de negro.
Resultaba cómico ver al guardián del sueño, vestido cómo un mundano heavy de barrio, con sus pantalones de pitillo y un cinturón de balas, muy de los ochenta…
-Hades, espabila que no llegamos…
No tuvieron problemas para salir, nadie miró, nadie preguntó, el segurata, brillaba por su ausencia, y los médicos y enfermeras , estaban a otras labores… Hades pensó en la situación en la que vivía Spidi, y no dejaba de sentirse asqueado por esta mierda de sociedad, que entre todos habían construido y en la que gente como su reciente amigo, no pintaban nada, incluso estorbaban.
Los tres se acomodaron en el coche y pusieron rumbo a una de las pocas salas con buen catalogo de conciertos que había en Madrid.
Spidi, miraba desde la ventana, con el cristal totalmente bajado, como sí de un pobre recién llegado se tratase. Todo le resultaba curioso, todo le parecía nuevo…
¿ Me podéis decir a que sala me lleváis? – preguntó – Hades, miró a Spidi, y con un golpecito en el hombro, le hizo la señal de inequívoca de silencio… No te preocupes, tronco, vas a flipar. Estoy seguro qué esta sala, la conoces muy , pero que muy bien…
Eran justo las once de la noche, cuando los tres subían por la calle Tomás Garcia en dirección al Garito. En esos momentos , hades miró a Hipnos, se veía a la legua, que se sentía raro, así que para no hacer pasar un mal rato a su compañero, le dijo que si quería que les esperase en el coche, que el se manejaba con Spidi, que no se preocupara.
Hipnos, no dijo esta boca es mía ,y se volvió, rehaciendo el camino hasta el coche.
-Bueno, Spidi… ya estamos aquí. ¿ cuanto tiempo hacía que no pisabas el Hebe? – sus ojos, brillaban, había recuperado hasta el color.
Entraron en el local, y Hades, como perfecto maestro de ceremonias, se acercó a la Barra, tras los saludos de rigor, una ración de risas aparte, pidió dos cervezas sin alcohol. El camarero, se sorprendió ya que eran muchas las veces que había visto a hades, pero la primera que pedía una cerveza sin plomo…
Se acercó a Spidi, y le tendió su brebaje.
-Bueno, tio… esta es tu ultima noche aquí. Disfruta del concierto, pero recuerda, cuando yo te diga, nos vamos.
-Gracias muchacho. Hoy me estas haciendo sentir vivo , aún siendo mi último día aquí.
Durante las siguientes dos horas, Spidi, disfrutó de su ultima noche como nunca antes. Su aspecto, aunque demacrado, no paso inadvertido. Todos sabían o intuían que le quedaba bien poco, pero ninguno preguntó. Al final, es lo que tiene un espacio como este, la gente suele pasar, sin más…el grupo que tocaba, al ver a Hades al lado de la puerta, saludaron y pidieron que se acercase al escenario.
Como tantas otras veces, se subió y cantó. Y en la primera fila mientras el cantaba , descubrió a Spidi, con los ojos como platos soperos, no dando crédito a lo que veía.
Ya se acercaba la hora de terminar el concierto, y como siempre, ellos terminaban con una versión de Barricada, y Hades, hablo con el cantante y le pidió permiso para que spidi subiese a cantarla con ellos… y así fue… y así pasó… Dándolo todo, Hades , Spidi y David cantaron juntos en la despedida No hay tregua…
-Spidi, toca irse, le susurró al oído Hades – si… vamonos… hoy me has hecho sentir muy feliz. Más de lo que nunca he sido en estos años.
– ¿ de verdad no te apena irte sin haberte despedido de tus hermanos? – Preguntó Hades – No. Ya te lo dije en el Hospital, que se jodan…
Llegaron a la altura del coche, y allí les esperaba Hipnos. Se sentaron en un portal, mientras se fumaban un cigarro, y al terminar, Hipnos y Hades, se pusieron a los lados de Miguel y con un leve toque en el hombro, cruzaron al inframundo.
-adiós, Spidi, toma, esta moneda y al final del camino se la Das a Caronte.
Espero que tu estancia aquí sea de lo mejorcito, y te doy una recomendación… cuando cruces, busca a tus padres, ellos te guiaran y te orientaran aquí.
-Gracias, muchacho. Hoy has conseguido hacer de este pobre Diablo, una persona normal.
Le tendió la mano y en ese momento vió como una pequeña lagrima afloraba de los ojos de Spidi.
Lentamente se encaminó a la salida, mientras pensaba… Hipnos – dijo – ¿ crees que podría presentarme a la familia de Miguel y hacerme yo cargo del funeral por el? Hipnos, miró a su sobrino y le dio un golpecito en la espalda, mientras caminaban.
-No lo hagas. No le harías bien ni a ellos , ni a la memoria de Miguel.
Debes de recordar una cosa, Hades… Aquí tu y yo, solo hacemos de porteadores, no debemos inmiscuirnos en las cuitas pendientes de los finados, se podría alterar el estado de las cosas.
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