El timbre del teléfono me pone los pelos cómo escarpias
odio ese jodido aparato,
ni siquiera le encuentro
una utilidad
que valga la pena,
Ilustración: arte conceptual de We Came As Romans
https://unbudasiniluminarse.blogspot.com/
Siempre he vivido deprisa. Podría echarle la culpa a la sociedad acelerada en la que vivimos o a mi puesto de trabajo —que requiere de una gran agilidad mental, resistencia física y un gran nivel de estrés—, así lo he estado haciendo durante toda mi vida —que no son pocos años—; me quejaba de tener que ir siempre corriendo detrás de autobuses, taxis, metros o trenes para poder llegar a tiempo de fichar. Una vez en el trabajo me quejaba de tener que dar el doscientos por cien de mi capacidad física y mental para dar la talla y que no decidiesen cambiarme por un chaval mucho más joven y en mejor forma física, de tener que comer comida directamente de un taper recalentada en el microondas en tan solo veinte minutos, y una vez finalizada mi jornada laboral, rebobinar el recorrido —trenes, metros, taxis o autobuses—, para poder llegar a mi casa, dadme una ducha rápida y cenar cualquier porquería antes de tener que acostarme y empezar de nuevo en ese eterno día de la marmota, como un pobre hámster corriendo dentro de una rueda sin llegar nunca a ningún sitio —todos y todas sabéis de lo que hablo ¿Verdad?—. Nunca tengo tiempo para mí, esa siempre ha sido mi queja, necesito tiempo para descansar, desconectarme del trabajo y poder ser yo mismo, con esa cantinela me fustigaba día tras día mientras me dedicaba a todas esas obligaciones que tanto odiaba y que me resultaba imposible deshacerme de ellas. ¿Pero qué pasaba cuando por fin podía tener ese tiempo libre que tanto ansiaba? ¿Qué ocurría cuando llegaba el periodo vacacional o esos días libres que la empres me debía por acumulación de horas extras? Pues ocurría lo de siempre, lo que nos ocurre a todos en estos casos, que no sabía disfrutar de ese tiempo libre, quería hacer tantas cosas que al final acababa más estresado que cuando estaba en el trabajo; había tantos sitios a los que ir, tantos centros comerciales por visitar, tantas tiendas en las que gastarme el dinero en cosas que no necesitaba o tantas películas y series por mirar que antes de darme cuenta, ya estaba preparando la mochila para ir a trabajar al día siguiente mientras soltaba espumarajos por la boca maldiciéndome por no haber decidido hacer otras actividades distintas a las que había hecho, o haber dormido más, comido más, comprado más o perder más tiempo enganchado en las redes sociales o pegado al televisor.
Ilustración de MoniQcCa
como muestra os iremos trayendo algunos de sus textos . aquí empezó con el primero.
foto : andy perez
El emblemático grupo Luar Na Lubre dará el primer concierto del año en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, para presentar el lunes 18 de enero su nuevo trabajo discográfico ‘Vieiras e vieiros, historias de peregrinos’, un álbum con historias y leyendas de los peregrinos que recorrieron los diferentes caminos que llevaban a Santiago, así como sus derivaciones hacia Fisterra y Muxía, en los confines de la tierra. Este disco, editado por Warner Music y producido por Mirmidón, cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia, a través del programa ‘Tu Xacobeo’.
Las entradas para este concierto, que comienza a las 20:00 horas, se pueden adquirir en la web https://tickets.butacaoro.com/public/janto/main.php?Nivel=Evento&idEvento=SNA105 y en las taquillas del Teatro, el mismo día de la actuación.
El grupo más emblemático e internacional del folk en Galicia pone banda sonora al Camino de Santiago, a través de los 27 temas que conforman este trabajo, que combina las creaciones propias, con sonoridades de los senderos y lugares del itinerario xacobeo, como el sonido de un temporal, los ríos, el viento, las aves rapaces, las campanas en Cebreiros o una misa en Muxía.
Luar Na Lubre, que significa el ‘resplandor de la luna en el lugar sagrado de los celtas’, se fundó hace más de 30 años en Coruña con la vocación de desarrollar y dar a conocer la música y la cultura gallega. Con un repertorio basado fundamentalmente en músicas de raíces gallegas, es actualmente la banda más internacional de Galicia que ha actuado ante el público desde Palestina hasta Canadá y desde Alemania a Argentina.
El grupo está formado por Bieito Romero (gaitas, acordeón, zanfoña), Irma Macías (voz), Nuria Naya (violín), Patxi Bermúdez (bodhran, tambor), Pedro Valero (guitarra acústica), Xavier Ferreiro (percusión latina, efectos), Xan Cerqueiro (flautas) y Brais Maceiras (acordeón).
El nuevo disco
‘Vieiras e vieiros, historias de peregrinos’, el álbum número 19 de la formación gallega, cuenta con la colaboración especial del cantante Miguel Ríos, que interpreta la canción ‘Benvido’, que canta el gallego, un tema para dar la bienvenida a todos los peregrinos. El disco recoge el tema ‘Dum Pater familias’, el canto más antiguo de peregrinos a Compostela, que aparece recogido en el Códice Calixtino, y ‘Martiros e o vákner’ recupera una de las leyendas vinculadas al final del Camino de Santiago, en las tierras de Muxía y Fisterra, que se inspira en el viaje que el obispo armenio Mártiros de Arzendjan realizó, en el siglo XV, a Compostela. Durante su recorrido, después de recibir la bendición del apóstol en Santiago, el armenio se encontró, en los montes de Dumbría, con una bestia maligna y de gran tamaño, a la que llamó vákner.
También se recuerda la leyenda de Dugium, la ciudad inundada, al tiempo que acerca algunas de las sonoridades propias de la ruta xacobea, como son los cuervos de la Ulloa o las gaviotas del mar de Fisterra.
La portada y las fotos del libreto son obra de Alfredo Erias, director del Museo das Mariñas de Betanzos en A Coruña, en la que se recrea fielmente la estampa de un peregrino representado en la iglesia de Santiago de Betanzos en A Coruña. El prólogo está escrito por el maestro Antón Pombo, la persona que mejor conoce todo lo relacionado con el universo de los diferentes caminos que llegan a Compostela y todas sus derivaciones.
‘Vieiras e vieiros, historias de peregrinos’ incluye un segundo disco que recopila algunos de los temas de Luar Na Lubre vinculados a la ruta xacobea. “Nuestra creación es muy propia y personal, pero está muy relacionada con las músicas tradicionales y, especialmente, con la lírica gallega medieval”, expone Bieito Romero. El segundo CD incluye cantigas que Luar Na Lubre ha versionado a lo largo de su trayectoria y canciones con las colaboraciones de Diana Navarro, Ismael Serrano, Pablo Milanés, Miro Casabella, Orquesta Sinfónica de Bratislava y Carlos Jean.
“Las historias del Camino y su factor humano son elementos de un patrimonio que debemos mostrar y poner en valor. Queremos reflejar y dar a conocer, desde una nueva perspectiva, el valor de nuestro patrimonio inmaterial”, señala el músico. De este modo, Luar Na Lubre rinde homenaje a la labor de figuras como Don Elías Valiña, párroco, en su momento en O Cebreiro, puerta de entrada del camino en Galicia y recuperador fundamental del camino moderno.
El proyecto musical se basa fundamentalmente en las músicas de raíces gallegas, por lo que dedican particular atención al estudio de los principales cancioneros gallegos, así como al trabajo de campo que les proporciona un profundo conocimiento sobre la realidad musical gallega que se tiene revelado determinante en sus propias composiciones.
Hades, seguía inmerso en sus pensamientos, mientras recorría el pasillo de salida del a cripta. Asu lado, su padre, jugueteaba con la cinta de la túnica.
Hades, preguntó, que es lo que te atormenta hijo… Nada padre, respondió, solo pensaba en lo que acabamos de vivir, no sé, llámame raro, pero el amor incondicional que se han dispensado desde hace tanto tiempo, da que pensar.
¿te imaginas vivir toda tu vida al lado de la misma persona? Esa confianza, ese saber estar a las duras y a las mas duras…
No lo sé, Hades, respondió Tanatos, yo no tengo esa capacidad, no soy humano ni nunca lo fui. Yo ya nací aquí, en el inframundo. Lo que sí sé es que tú, pese a ser una mezcla, tienes la posibilidad de ver eso en el plano terrenal junto a Cristina, además tienes a Alara y Max, que son tu propia sangre.
Lo se padre… y son lo mejor que me han pasado jamás, pero siempre soñé con envejecer al lado de Cristina, incluso si se diese el caso, morir antes que ella… peor se que no va a ser así, se que esto nuestro , me hará ver como todas las personas que me importan del plano terrenal, se van marchando antes que yo, e incluso es muy posible que sea yo el que les dé el paseo final.
Creo que mi camino aquí, es duro, a la par que gratificante peor no se…¿realmente por que me elegisteis a mi y tan pronto?
Tanatos, paró de caminar… se quitó la capucha de la túnica, y miró a los ojos a su hijo.
Hades, tu eres mitad humano y mitad ser de luz. Tus hijos, como te enseño el señor del inframundo, también son como tú.
Cuando hace treinta y ocho años, subiste al plano terrenal, sabíamos que aunque estuvieses en todo momento controlado, tarde o temprano tendrías que volver. Me hubiese gustado que, tu vuelta hubiese sido mas adelante, pero no contábamos con el fallecimiento repentino de tu padre terrenal. Por eso tuvimos que reactivar todo el plan.
A mí, la verdad es que no me gustaba la decisión que tomó el señor, pero no podía hacer nada. Este es tu destino, al igual que más adelante lo será el de tus hijos.
Hades, agacho la cabeza, y siguió adelante por el túnel hasta la salida, no podía mirar atrás, sabia cual era su destino y tenia que cumplirlo.
Según salió miró al cielo gris de Madrid, se sentó en una de las tumbas y lloró… en su mente , iban pasando todos los momentos de su vida terrenal, un recorrido por toda su vida, como a cámara lenta, viendo los aspectos bonitos y no tan agradables.
El amanecer le pilló entre las tumbas.
Había decidido que no iba a ir aún a casa, tras salir de la cripta. Había estado curioseando por entre las sepulturas viejas, visualizando nombres rimbombantes y nombres sencillos. Pensando en lo voluble de la vida y lo igualitaria que era la muerte. Aquí de nada servía si habías sido ladrón u honrado, si rico o pobre… todo daba igual, tu cuerpo mortal acabaría a dos metros bajo tierra, o ardiendo convertido en cenizas.
Lo único que tenía claro era como la energía se canalizaba, gracias a su trabajo directamente al inframundo.
En esos pensamientos, Hades, se entretuvo hasta el amanecer. Recorriendo el camposanto hasta llegar a su lecho, la tumba, en la que tiempo atrás le había recogido Tanatos hacia tanto tiempo.
Se acercó y empezó, a levantar toda la maleza, dejando al descubierto un obelisco de granito, con una placa de metal herrumbroso y descolorido. Sobre la lápida, cincelado un nombre, nada más. Con cuidado fue retirando toda la yesca que la cubría y con la manda de la chaqueta, limpió la arena acumulada… la lápida escupió un escrito, letras de formas góticas, sin fecha
pero con un mensaje claro.
” Aquí yacen los que no han nacido”
Se quedo mirando la inscripción mientas con las manos, buscaba el reborde de la sepultura, no le pasó inadvertido, que, la lápida estaba algo desencajada y no señalaba bien.
Se esforzó para colocarla en su sitio, y volvió a cubrir la sepultura con la hojarasca que había retirado.
Se levantó despacio y con cuidado, que el amanecer desplegaba su juego de luces y no quería hacer más ruido del necesario, consciente como era que los trabajadores estarían a punto de llegar…
Al volverse de camino a la salida se encontró con Tanatos.
No has tardado mucho en venir aquí, Hades… le dijo, has encontrado la respuesta que te atormenta?
Hades, miró a su padre, por primera vez en mucho tiempo le vio mayor, acorde a la edad que realmente tendría…. No. No he encontrado la respuesta , pero estoy seguro qué tú la sabes, le dijo – claro que la sé. Pero aún no puedo decírtelo. El señor del inframundo no me deja y no pienses que no estoy dispuesto a hacerlo o a saltarme la regla impuesta, no… solamente creo que debe de ser él, quien se enfrente a ello y a tus miedos e inseguridades.
Cuando él te lo cuente, entenderás muchas cosas, pasado, presente, futuro… y será en ese momento cuando todo recobrará el sentido.
Ahora, Hades, marcha a casa, ve con tus hijos y tu mujer, disfruta de ellos.
Hades tendió la mano a su padre y este se desvaneció, dejándole de nuevo sólo.
Se encaminó a la puerta metálica y salió cerrándola, sin mirar atrás cruzó al otro lado de la calle y se entró en la parada del autobús hacia la parada de metro. Durante el camino, sintió el
sopor de la noche en vela e intentó dormitar durante el trayecto.
Cuando llegase a casa, hablaría abiertamente con Cristina. Le contaría lo que sabía y como podrían encarar el futuro que se abría ante ellos… aún sabiendo, qué en poco tiempo, tendría que cruzarla al más allá.
El dia 27 de noviembre en la biblioteca de Roquetas Fran Martin presento “LA GUERRA EN MIS OJOS ” escrito junto a Sonia Cervantes .
Con todas las medidas de seguridad por la situación actual , la biblioteca de Roquetas organizo esta presentación para seguir conociendo a autores Almerienses .
Aquí os traemos el video de esta tertulia /presentación de este autor almeriense para que conozcais un poco mas sus obras .
Podéis seguirle en: https://www.facebook.com/profile.php?id=100005840164116
No paraba de darle vueltas al asunto de la mujer muda.
Seguía pensando que, debía ayudar a que su alma descansase en paz.
¿ y si mandaba un anónimo? Mal solución la verdad es que no era.
Tras mucho meditarlo y valorar, sobretodo tras la conversación del señor del inframundo, encendió el ordenador y escribió con la letra
más común que había, la culpabilidad del marido de la mujer. Lo imprimió y bajó al locutorio a mandarlo telemáticamente a la policía.
Hades se sintió, por un simple instante, vivo y útil. Su nuevo trabajo, no era lo mas agradable, pero si se podía ayudar… pues se hacía.
De regreso a casa, sumergido en sus pensamientos, intentaba encontrar la solución a lo que había visto en los ojos del señor del inframundo. Era claro, que él , sobreviviría a todos, eso lo tenia mas que asumido, pero, la imagen de Cristina, no era de una señora
mayor, él siempre había pensado en que le sobreviviría… pero no era así. La imagen se le repetía una y otra vez, Alara, Max y el , con las túnicas negras y Cristina a sus pies , en una cama, inerte, marchita… y joven.
Al llegar a casa, se encontró que ya había llegado Max del cole y a Cristina preparando la comida. Se acerco por detrás a ella y la beso en la nuca. Quería sentir su olor y su tacto, la revelación que se le había hecho, desde luego que le había imbuido de un espíritu mas amoroso de lo que ya de por si era.
La hora de la comida, fue una pequeña válvula de escape para Hades. Hubo risas a costa de Max y también un conato de discusión entre Alara y Max. Cuando terminaron, los chicos se fueron a hacer los deberes y estudiar, y ellos dos se quedaron en la sala tomando un café.
Cristina, miró a los ojos de Hades; era una mirada de infinita ternura, de conversación seria, pero no se atrevía a dar el primer paso… Hablaron de cosas superficiales, aún sabiendo que había algo que se necesitaban contar. En un segundo, se hizo un silencio incomodo, justo cuando se disponía a tumbarse en el sofá, se encendió el teléfono.
-Hades, ven al hospital de la paz esta noche a eso de las diez, tenemos un pequeño traslado y es especial.
¿ A las diez? ¿Cómo sabes la hora? Le pregunto a Tanatos.
Será a la hora a la que certifiquen el fallecimiento. nosotros, también tenemos contactos con los médicos. Te sorprendería saber cuanta gente trabaja para Él.
Vale… pues a las diez estaré ahí. ¿Por la puerta de Urgencias?
Por supuesto, como siempre que venimos aquí. Es mucho más fácil pasar inadvertido.
Descansó un poco antes de partir al hospital. Preveía que iba a ser una larga noche.
Antes de salir, se despidió de Cristina y sus hijos, emplazándoles a comer juntos al día siguiente.
El aire de la noche, empezaba a golpear su rostro, y se sintio rejuvenecer, se sintió vivo. Con un toque de su muñeca, se transportó a su forma etérea y reapareció a la puerta del hospital de la paz.
Dejó unos minutos, esperando a que nadie pasase y se reapareció en la forma humana, tranquilamente, fue bajando la pequeña cuesta que daba acceso al servicio de urgencias genral. Se le agolparon los recuerdos de un tiempo pasado, en los que venir a La paz, era lo más normal. Recordaba su servicio en protección Civil y las muchas noches de Guardia.
Se aproximó a la puerta principal, y vio como estaban las dotaciones de las ambulancias , departiendo tranquilamente entre ellos junto a dos máquinas de vending. Al fondo, en la entrada de urgencias de traumatología, como siempre los comerciales de las funerarias, dos o tres revoloteando entre los médicos y enfermeras esperando a que alguien tuviese que hacer uso de sus servicios.
Entre ellos descubrió a Tanatos. Se le acercó sin que le viese…
A esto te referías con lo de la información de primera mano? – le
dijo. Tanatos, le miró con ojos risueños y le respondió que esperabas? Verme de médico? De enfermero? Jajajaja esto es más acorde a lo nuestro, no crees?
Visto así… ciertamente lo es.
Ven, acompañame al despacho…
Entraron en un pequeño despacho, sólo con un ventanuco en la parte alta. Marca en tu móvil 345… le dijo. Segun termino de marcar, vio como su atuendo se modificaba para parecerse a su padre.
-ahora ya puedes moverte libremente por aquí sin que nadie te diga nada
Vamos, nos esperan en los quirófanos de general.
A través de uno de los pasillos internos, cruzaron a la zona de Rea junto al quirófano de urgencias.
Allí, en un Banco, una señora muy mayor, miraba la puerta Blanca mientras con las manos jugaba con las cuentas de un Rosario.
Hades, la miró y recordó a su abuela terrenal, con el Rosario, mientras hacía el cocido… le evocó tiempos de infancia en los que nada había de preocuparle , jugando con el perro de la familia mientras la abuela hacia la comida y con un ritmo pausado repetía una y otra vez la letanía del Rosario.
Tanatos, le despertó de esa ensoñación y le inquirió a que fuese a hablar con ella… Hades se acercó a la mujer y se presentó.
Buenas noches, usted es la familiar de Don Fulgencio ? La mujer levantó la vista del Rosario y afirmó con la cabeza…
Si hijo, respondió… soy su mujer. Ya ves que la cosa no pasará de uno o dos días. Esta muy mayor mi Fulgen, son casi 98 años, por eso llame a la empresa del seguro…
– No se preocupe usted, todo esta en buenas manos… tanto si su marido sale adelante como si no…
La mujer miró a los ojos a Hades y este se estremeció. Sintio que ella le ocultaba algo…
La mujer, cogió la mano de Hades, mientras apartaba la mirada…
-Joven, no se preocupe. Mi Fulgen y yo ya tenemos todo hecho.
Hemos tenido la mejor de las vidas posibles.
Sobrevivimos a la guerra y al frente en Madrid, mientras nos caían bombas. Conseguimos sobrevivir a la Postguerra y dictadura y le seguro que no era fácil, siendo los dos rojos… Sobrevivimos a la muerte de nuestro único hijo… ahora ya es tiempo de dejar atrás esto…
– Necesita usted algo? Necesita algún tipo de ayuda?
-No hijo. Yo ahora me voy a casa y preparó todos los papeles para cuando mi Fulgen se vaya… no quiero que hay líos innecesarios, que yo soy ya mayor…
La señora se levantó tranquilamente y salió por el pasillo de urgencias.
Hades, se acercó a Tanatos mientras cabeceaba… No se, Tanatos, dijo; creo que esta mujer va a hacer algo, lo presiento…
Tanatos miro a su hijo de soslayo…
– tu crees? Si es así, Hazte etéreo y siguela. Yo me encargo de esperar aquí. De todas formas mantenme informado.
Vale, padre.
Hades espero que no hubiese nadie en el pasillo y pulso el botón de la muñeca. A la carrera salió detrás de la mujer, a la que encontró en la parada de taxi.
Se situó a su lado y esperó a que montase y diera la dirección…
Hades, se acopló al lado del conductor, hasta el destino.
Rápidamente reconoció donde iban. Era el edificio alto de avenida de América . Recordaba que en la parte alta de ese edificio había antes un restaurante al que a su padre terrenal le gustan ir.
La mujer sacó un billete de cincuenta euros de la carterilla y pago al taxista, inquiriéndole a que no le devolviese las vueltas… el taxista se bajo y la ayudó a salir del coche.
Tranquilamente se metió en el edificio , y Hades con ella.
En el ascensor pulso el número 10. Hades seguía mirando a la mujer, y seguía evocando su infancia y a su abuela. El chasquido
de la puerta metálica seguido de un pitido, dio por concluido el ascenso. Salieron y se dirigieron a la puerta del fondo.
La mujer dejó las llaves en la entradita y se dirigió a la habitación.
Sacó todos los papeles y empezó a colocarlos en la mesa del salón. Los del seguro, los del Banco todos…
Una vez colocados, se dirigió al mueble del salón, sacó una hoja y se sentó a escribir. Hades leyó por encima del hombro y se dio
cuenta de lo que se disponía a hacer la mujer.
Tras eso , la mujer abrió la ventana, y se precipitó por ella. Hades se desplazó a la entrada, y vio como caía , fueron sólo 20 segundos.
El golpe sordo del cuerpo reventó el techo de un coche, al que se le saltó la alarma.
Del cuerpo, salió ella.
-Por que lo ha hecho?, Preguntó Hades… la mujer le miro con cara risueña. Era lo que tenía que hacer.
No sabría volver a vivir sin el.
Ahora, hijo… ya que me ves y sabes que pasa… podemos ir al hospital? Quiero que mi Fulgen me vea cuando pase.
Hades, le tomó la mano, y se materializo junto a Tanatos.
A través de uno de los pasillos internos, cruzaron a la zona de Rea junto al quirófano de urgencias.
Allí, en un Banco, una señora muy mayor, miraba la puerta Blanca mientras con las manos jugaba con las cuentas de un Rosario.
Hades, la miró y recordó a su abuela terrenal, con el Rosario, mientras hacía el cocido… le evocó tiempos de infancia en los que nada había de preocuparle , jugando con el perro de la familia mientras la abuela hacia la comida y con un ritmo pausado repetía una y otra vez la letanía del Rosario.
Tanatos, le despertó de esa ensoñación y le inquirió a que fuese a hablar con ella… Hades se acercó a la mujer y se presentó.
Buenas noches, usted es la familiar de Don Fulgencio ? La mujer levantó la vista del Rosario y afirmó con la cabeza…
Si hijo, respondió… soy su mujer. Ya ves que la cosa no pasará de
uno o dos días. Esta muy mayor mi Fulgen, son casi 98 años, por eso llame a la empresa del seguro…
– No se preocupe usted, todo esta en buenas manos… tanto si su marido sale adelante como si no…
La mujer miró a los hijos a Hades y este se estremeció. Sintio que ella le ocultaba algo…
La mujer, cogió la mano de Hades, mientras apartaba la mirada…
-Joven, no se preocupe. Mi Fulgen y yo ya tenemos todo hecho. Hemos tenido la mejor de las vidas posibles.
Sobrevivimos a la guerra y al frente en Madrid, mientras nos caían bombas. Conseguimos sobrevivir a la Postguerra y dictadura y le seguro que no era fácil, siendo los dos rojos… Sobrevivimos a la muerte de nuestro único hijo… ahora ya es tiempo de dejar atrás esto…
– Necesita usted algo? Necesita algún tipo de ayuda?
-No hijo. Yo ahora me voy a casa y preparó todos los papeles para cuando mi Fulgen se vaya… no quiero que hay líos innecesarios, que yo soy ya mayor…
La señora se levantó tranquilamente y salió por el pasillo de urgencias.
Hades, se acercó a Tanatos mientras cabeceaba… No se, Tanatos, dijo; creo que esta mujer va a hacer algo, lo presiento…
Tanatos miro a su hijo de soslayo…
– tu crees? Si es así, Hazte etéreo y siguela. Yo me encargo de esperar aquí. De todas formas mantenme informado.
Vale, padre.
Hades espero que no hubiese nadie en el pasillo y pulso el botón de la muñeca. A la carrera salió detrás de la mujer, a la que encontró en la parada de taxi.
Se situó a su lado y esperó a que montase y diera la dirección…
Hades, se acopló al lado del conductor, hasta el destino.
Rápidamente reconoció donde iban. Era el edificio alto de avenida
de América . Recordaba que en la parte alta de ese edificio había antes un restaurante al que a su padre terrenal le gustan ir.
La mujer sacó un billete de cincuenta euros de la carterilla y pago al taxista, inquieruendole a que no le devolviese las vueltas… el taxista se bajo y la ayudó a salir del coche.
Tranquilamente se metió en el edificio , y Hades con ella.
En el ascensor pulso el número 10. Hades seguía mirando a la mujer, y seguía evocando su infancia y a su abuela. El chasquido de la puerta metálica seguido de un pitido, dio por concluido el ascenso. Salieron y se dirigieron a la puerta del fondo.
La mujer dejó las llaves en la entradita y se dirigió a la habitación.
Sacó todos los papeles y empezó a colocarlos en la mesa del salón. Los del seguro, los del Banco todos…
Una vez colocados, se dirigió al mueble del salón, sacó una hoja y se sentó a escribir. Hades leyó por encima del hombro y se dio cuenta de lo que se disponía a hacer la mujer.
Tras eso , la mujer abrió la ventana, y se precipitó por ella. Hades se desplazó a la entrada, y vio como caía , fueron sólo 20 segundos.
El golpe sordo del cuerpo reventó el techo de un coche, al que se le saltó la alarma.
Del cuerpo, salió ella.
-Por que lo ha hecho?, Preguntó Hades… la mujer le muro con cara risueña. Era lo que tenía que hacer.
No sabría volver a vivir sin el.
Ahora, hijo… ya que me ves y sabes que pasa… podemos ir al hospital? Quiero que mi Fulgen me vea cuando pase.
Hades, le tomó la mano, y se materializo junto a Tanatos.
Tanatos, miro a su hijo y le preguntó .
Hades le fue contando todos los pormenores y casi al final de la historia, vio salir a un señor de la puerta del quirófano.
A la mujer se le iluminó el rostro.
¡Fulgen! ¡estoy aquí!
Venga, vamos que estos señores no pueden perder el tiempo. El hombre miro a su alrededor, y cruzó las miradas con Tanatos y Hades.
Ustedes son familia verdad? Dijo,
Si señor. Somos padre e hijo…
Pues menudo trabajo tienen ustedes… no me gustaria realizarlo, de verdad, Bueno nosotros no hemos dado muchos problemas no?
– Por supuesto que no, Don Fulgencio. Sólo que nos ha sorprendido la actitud de su mujer…
– jajajajajaj, y eso que tu la has conocido ahora y en esta situacion…
Tenías que haberla visto hace años, en sus tiempos mozos… una mujer de armas tomar , la Marivi…
Bueno, vamos, que no queremos molestar más de la cuenta…
El hombre agarró, del brazo a su mujer y salieron andando delante de Tanatos y Hades, y así los cuatro se fueron hasta el inframundo…
Mientras les veían cruzar con Caronte, Tanatos, se acercó a Hades…
Esto es amor verdadero, hijo. Amor del bueno. Toda la vida juntos, vendiendo adversidades y problemas y ahí los tienes. .. no fueron capaces de separarse ni en sus últimos momentos.
Ya veo, padre… pero… por que hacer lo que la señora Marivi? Por que de dejarse caer ? Y si esta noche Don Fulgencio no hubiese muerto?
Tanatos, miro a su hijo…
Ellos, saben cuando es su hora…
Venga vámonos, aquí ya no hacemos nada.
No llevaba ni diez minutos sobre el plano terrenal, cuando sonó de nuevo el teléfono.
La sorpresa fue mayúscula, pues no esperaba que al otro lado estuviese el jefazo máximo.
Hades, necesito que vengas a mi despacho, le dijo… creo que estas haciendo un buen trabajo, pero lo que te ronda la mente me preocupa de sobremanera.
Señor, respondió Hades, no se preocupe que yo voy ya. De todas formas, creo que lo nuestro esta infravalorado, que podríamos hacer más.
En media hora te espero, hijo. Y prometo responderte y aclararte las dudas.
Cuando colgó el teléfono, miró a su alrededor. El mundo terrenal, ya no le resultaba tan triste como antaño ni tan adusto.
En unas semanas había cambiado completamente su visión sobre la concepción de la vida y la muerte , más aún Si cabe de lo que el ya sabía.
Lo unico que realmente echaría de menos, en caso de tener que pasar definitivamente al otro lado, sería a su familia y sus amigos… pero para eso aun queda tiempo. Se dijo así mismo, aún teniendo en cuenta que el perdudaria pero el resto, tarde o temprano, tendrían que pasar al inframundo.
Esta vez, no uso su dispositivo para ir. Era una mañana bonita y quiso hacerlo en transporte público.
Se dirigió al cementerio en el metro, siempre le habia gustado esa forma de transporte, desde muy pequeño, cuando iba al centro con su padre terrenal, el metro le maravillaba… aún recordaba los trenes rojos, destartalado, con asientos de baquelita marrón, los billetes de cartoncillo que todos los chavales pequeños guardaban buscando número capicua. No había tantas líneas de conexion pero siempre recordará los intercambios largos en la línea 2 o en la 9.
Ensimismado en sus pensamientos, y como un autómata fue haciendo el recorrido al cementerio.
Cuando se bajó en la estación de la avenida de Daroca y subió a la superficie, vio que empiezan a llover. Los pocos transeúntes que había se movían rápidos buscando cobijo y algunos le miraban extrañado andando tranquilamente de camino a la segunda puerta de la necrópolis. Mientras el agua le escurria por la frente.
No tardó más de 10 minutos en hacer el recorrido hasta la puerta del cementerio viejo.
Un cúmulo de floristas se agolpaban en la puerta y justo en frente, lo que se llama el cementerio hebreo, una comitiva con el kipa tradicional acompañaban un cuerpo.
Franqueó la puerta de metal y se dirigió a la cripta. Esperó prudentemente que nadie observase y se metió en ella. Tras unos minutos andando, se encontró con el barquero…
– Hades! Jajajaja Buen día, muchacho… como que has venido tan temprano? Le dijo; Todo bien por la superficie? Si Caronte… todo bien. El gran jefe que me ha llamado a su despacho.
Bueno muchacho, pues vamos a allá.
El barquero asio el largo remo y le dio una paletada al agua negra del estigia, poniéndose en marcha.
Hades, mantenía el silencio, y observaba el río haciendo pequeñas olas a cada golpe.
Caronte, preguntó… que pasaría si metiese yo la mano en el agua? El barquero le dirigió una mirada entre divertida y sorprendida… De verdad no te acuerdas? Le dijo… aunque claro, eras tan pequeño entonces que es normal… no sabes la cantidad de veces que eso mismo que me preguntas lo ha hecho… así que como ejercicio de recuerdo, tendrás que hacerlo y juzgar tú mismo que pasa… pero no ahora, porque y hemos llegado.
Se bajó de la barcaza y vio como venía cerbero corriendo. Le cogió el morro de una de las cabezas y le acarició el pecho fuerte. El perro, se tumbó en el suelo y empezó a ronronear… luego seguimos le dijo al can ahora voy a ver al jefe…
Prosiguio por el oscuro pasadizo hasta llegar a las puertas del despacho del señor del inframundo. En la puerta, dos espititus montaban guardia.
Se acrcó a las puerta y golpeo con suavidad la aldaba con forma de león. Nadie contestó, pero la puerta se abrió de par en par para facilitarle el paso.
Como la última vez, la estancia se encontraba en penumbra, con el fuego del hogar replicando en una esquina, al fondo, se veía un butacón de orejas y en el, sentado, el señor del inframundo.
Hola Hades. Por favor, no te quedes en la pueta, toma asiento aquí, a mi lado…
Hades se deslizo hacia un sofa, de esos de diseño raro, incomodo por necesidad y con la mayor de las composturas intentó quedar lo mas erguido posible.
¿Quieres algo de beber? ¿ un café? No, gracias ,señor. No me apetece…
Te he llamado por que quiero hablar contigo sobre lo que ha pasado en el I.F. esta mañana.
¿ como lo ha sabido? Seguro que el bocazas de Hipnos e lo ha dicho…
No, Hades… lo he visto yo desde aquí. No olvides, que yo desde esta sala puedo verlo todo.
No voy a reprocharte la actuación, ha sido ejemplar, cualquiera diría que llevas solo unas semanas aquí.
Quiero que sepas, por mi, de primera mano, cual es nuestro cometido real en nuestro trabajo. No podemos permitirnos alterar el equilibrio entre los vivos y los muertos. No podemos por mucho que nos pueda causar dolor.
Si nos involucrásemos mas en algunas de las muertes, seriamos descubiertos.
Piensa… como le dirias a la policía , que la mujer había sido maltratada… sin levantar sospechas, es complejo. Ellos tendrán que hacer su investigación, y tendrán que dilucidar que fue lo que paso.
¿lo entiendes? Tras una breve pausa, hades miró al señor del inframundo y agacho la cabeza. Lo siento señor, no volverá a ocurrir, no volveré a dejar que mis sentimientos interfieran en una actuación… pero entiéndame, es tan complicado que muchas veces la única forma de sobrellevar determinados pasos, es a fuerza de empatizar.
No me tomes a mal , hijo… respondió el señor… nuestro cometido es el que es.
Ahora vuelve arriba. Tu familia te espera.
Con un leve cabeceo, Hades se incorporo y se fue caminando al fondo de la estancia donde estaba la puerta… cuando llegó casi a ella, se volvió y pregunto;
Señor, una cosa más… mis hijos… ¿ son también de mi condición?
El señor se acercó, y le miro a los ojos. En esos momentos, Hades vió el futuro de su familia en los ojos vidriosos del señor del inframundo. Vio a Cristina fallecida, junto a el y sus dos hijos , ambos con túnicas negras .
Espero que esta visión, te de toda la información que me pides.
Aún en shock, salió por la puerta y se encaminó hacia el bote de Caronte.
Regresó a la superficie, en absoluto silencio, Caronte no hablaba , veía perfectamente que Hades estaba sin estar. Y mantuvo el silencio durante el trayecto, solo se escuchaba el ruido del estigia golpeando la gran barcaza.
Se despidió de Caronte, con un afectuoso apretón de manos y se dispuso a subir las escaleras de la catacumba hacia el exterior.
Cuando abrió la cancela , había dejado de llover, un gigantesco arco iris atravesaba el cielo. Se repuso todo lo que pudo y pulso el botón de su muñeca para transportarse a casa.
El I.F. se encuentra en la ciudad universitaria.
Es sorprendente, que en los alrededores de un edificio tan triste, se encuentre una zona tan bonita de peques y jardines. El edificio, puro cemento y hormigón, lleno de recovecos y pasillos , cobra e varias plantas. En las tres superiores, se en cuenta las aulas de las que saldrán las próximas generaciones de médicos forenses , las oficinas y los despachos de los profesores… pero las plantas bajas… la división parece un triste y macabro recuerdo de la futilidad del hombre… salas de autopsia, y salas de refrigeración y congelación.
Toda persona que haya sido declarada muerta de forma violenta o fallecido en extrañas circunstancias o simplemente esa legión de ‘ Juan Nadie” como dirían los americanos, los desheredados de la sociedad, indigentes… acaba en sus mesas.
También hay un par de salas a modo aula. Con forma de teatro, en las que el escenario es la mesa fría de acero y desde la altura, a modo anfiteatro, las mesas y butacones desde los que los alumnos, observan y toman notas de los procedimientos.
El edificio, conjuga en su interior el sentido de la vida en su más amplia acepción. Haciendo la diferencian del vivo y el muerto de forma real y tangible.
Cuando Hades llegó, ya estaban Hipnos y Tanatos allí.
Según se iba acercando a ellos el pin de su antebrazo fue vibrando y notó como se iba convirtiendo en sombra.
Al llegar a su lado, vio que se había transmutado del todo.
Con un lacónico saludo, se dejó llevar…
Tanatos, fue el que le explicó el porqué de ese encuentro…
Hades, hoy vas a ver una de las cosas, que más dolor nos pueden hacer sentir.
Hemos venido aquí, porque uno de los que tiene que pasar, antes necesita explicaciones.
Su muerte, no ha sido de forma natural, como decís los vivos, no ha sido plácida en una cama ni por enfermedad… esta muerte ha sido del todo violenta, y tenemos que evitar que eso ocurra.
Cuando una persona muere en esas circunstancias, su forma eterea no se queda en el lugar del obito esperando a pasar, muchas veces siguen a su cuerpo para saber el porque de su fallecimiento.
Supongo, que es una reacción lógica, dijo Hades – no se… Llamadme raro, pero yo también querría saberlo
-Si claro! – espetó Hipnos – pero eso no quiere decir que sea lo mejor para después emprender el viaje, recuerda, que el cuerpo está de una manera pero el espíritu no se modifica y puede ser un shock tremendo verse decapitado, mutilado o símplemente desfigurado, por que la muerte haya sido un arrollamiento de tren.
Hades se quedó pensando, y asintió a las palabras de su tío, no si al final, pensó, va a tener razón Hipnos en que esto no es un viaje de placer…
Franquearon la puerta lateral, por donde las ambulancias y coches fúnebres entraban. Tanatos, pulsó el botón de Hades en el antebrazo y la forma eterea junto a la túnica se le hicieron visibles.
Pasad, dijo… tenemos que ir a la sala 7 y hay que llegar antes que ella.
La sala, de un frío acero que estremecía el cuerpo, disponía de dos mesas contiguas y un lateral con todos los trebejos del oficio, desde finos bisturis hasta sierras y básculas. El doctor forense, ya se encontraba allí, de blanco impoluto y preparando la mesa para la llegada del cuerpo. Hades no pudo pensar en el humor del forense, que mientras preparaba todo, silbaba la conocida canción de los Monty Pithon, Galaxy Song…
Por el pasillo se oía el traqueteo de las ruedas de una camilla, con dos operarios guiándola. Entraron en la sala y con un lacónico saludo se dispusieron a mudar el cadáver a la mesa. Mientras, detrás de ellos, un inspector de policia y dos operarios del juzgado, para dar fe y custodia.
Al fondo, una mujer, de alrededor de 30 años con la mirada perdida y vidriosa. Tanatos le salió al paso mientras Hipnos y Hades esperaban su turno.
En la mesa, el forense descubrió el cadáver de la bolsa. Tenía una amalgama de golpes tanto en la cara como en el resto del cuerpo y en el cuello, se veia un corte de bordes serrados e irregulares
que seguramente fue lo que acabó con su vida.
Hades se acercó a la mesa y contempló el cuerpo. Miró al forense y vio como este con un pulso fino y certero, abría la cavidad torácica, con unos forceps separaba costillas y carne, mientras movía de lado a lado la cabeza.
– señores, esta mujer no murió en un accidente de tráfico. Fue asesinada.
Su cuerpo relata que ya estaba muerta al estar en el coche.
A Hades, se le heló la sangre. Y fue hasta Tanatos, le apartó un segundo y le dijo lo que el forense mantenia.
Miró de soslayo a la mujer, y se presentó.
Hola, tengo una pregunta… usted sufría de malos tratos?
La mujer le dirigió una mirada de tristeza y asintió. Con gestos empezó a relatar algo. Hades se percató que no podía hablar. Era muda. Según iba haciendo más movimientos la mujer, Hades le cogió las manos y la paró.
Sólo asiente le dijo, tenías problemas en casa?
Con un gesto de cuello afirmó a la pregunta.
Cuando metieron el cuerpo en el coche ya estabas muerta?
Volvió a asentir.
Fue tu pareja? En se instante cerró los ojos, bajo la cabeza y se cubrió con las manos…
Hades, miro a Tanatos, como si buscase aprobación por lo que iba a hacer.
-No, hijo. No puedes hacer lo que piensas, no te debes inmiscuir en un asunto tan delicado.
Pero papá, no podemos dejar así las cosas, la Policía tiene que saber que a ha pasado, le espetó- No. Eso no funciona así le dijo Tanatos, Nosotros somos la salvaguarda para que este espíritu llegue al inframundo, si interviniésemos , creariamos un precedente y eso no es bueno. Alterariamos los campos electromagnéticos.
Hades, se quedó mirando fríamente a su padre. No entendia como desde la posición de poder que ellos tenian, el poder ayudar en casos extremos como este no estaba permitido.
A regañadientes, agarro suavemente del brazo a la mujer y se dispuso a cruzarla al inframundo.
En cuestion de segundos estaban frente a Caronte, a quien le confió el alma y se volvió para el mundo exterior.
El haber pasado al inframundo a Spidi, le dejó bastante afectado a Hades.
¿ cómo era posible tanta desidia por parte de su familia?
Cuando llegó a casa, aún era de día. Fue como si no hubiese pasado el tiempo, todo era un stand by. Cristina seguía sentada en la mesa tomándose el café.
– ¿ Sabes? Creo que este nuevo trabajo, aún con sus cosas, no me desagrada…
Yo lo único que quitó s que seas feliz Hades , ya lo sabes – dijo Cristina – pero aún no sé cómo les vas a explicar lo tuyo…
-todo se andará. .. luego recogeré del Instituto a Alara y hablaré con ella.
Por cierto, has notado algo raro en los últimos treinta minutos?
Pues no, la verdad… que se supone que ha pasado?
– pues sinceramente , creo que esto del botón, la aplicación y demás del curro… funcionaba.
Eran las dos de la tarde, cuando se encontraba en la puerta del Instituto, algunos de los alumnos le miraban raro , en estos tiempos que corren ver a un tipo de cuarenta tacos, con pantalones de camuflaje, cresta y con cadenas colgando, era un rara avis en su barrio…
Se quedo ensimismado , en sus pensamientos cuando apareció su hija. Parecía mentira, con quince años, y era toda una mujer.
Hola viejo, que… a donde me llevas a comer? La pregunta, tenía trampa, como casi todo lo que proponia Alara… pues no se… quieres ir al asiático?- Vale, viejo…
Sentados a la mesa, mientras elegía platos del menú rompió el hielo.
-Alara, sabes que he cambiado de trabajo…pero el nuevo no es nada a lo que se parezca al anterior.
– has empezado a trabajar de fotógrafo? Jajajaja Papa… no te pega…
No, Alara. Ahora me dedico al negocio de la muerte…
Abrió los ojos como nunca, dejando las pupilas totalmente dilatadas…
Y en que consiste , Papa?
Me encargo de llevar al otro lado a la gente.
Te acuerdas de la serie esa americana, en la que una chica veía muertos y les ayudan a cruzar?
-claro.
Pues yo, hago lo mismo. Sólo que esto es la realidad…
Bueno Papa, y como ha llegado eso?
La pregunta, es difícil de contestar, hija. Pero con el tiempo es posible que tú tengas también esta Facultad.
Mientras iban comiendo, Hades le fue explicando como se había desarrollado todo, como a la edad de Max, tras una intervención quirúrgica, se vio fuera de su cuerpo en el inframundo y allí le explacorn quien era… Alara miraba a su padre ensimismada, en el fondo de su pequeño corazón, Hades sabía que tenía que seguir hablando. Esto sólo lo sabían Cristina y ella y la verdad, era como si encontrase un remanso de paz entre tanta locura vivida en lo últimos 15 días.
Mientras tomaban los postres, en teléfono sonó…
-Hades, puedes hablar?- la voz, era de Hipnos, soñaba oscura y apagada…
– Claro, dime…
En una hora tienes que estsr diponible. Hoy te voy a enseñar otro e nuestros trabajos… hoy vas a vivir de cerca lo peor de lo nuestro.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Hades. Intuía que esa situación no era del todo agradable.
– Vale, si… dentro de una hora en la puerta del I.F.
Cuando colgó, Alara, le preguntó con la mirada, creo que se acabó la comida, no papá? Le dijo – si. Vamos a casa que tengo trabajo.
Cuando llegaron al portal, se despidió de su hija y la vio alejarse.
Habría entendido su negocio? Lo aceptará?